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Los pequeños tienen la mochila llena de libros para alcanzar el éxito académico. ¿Pero tienen cerca textos que les enseñen a ser felices?

Normalmente nos interesamos por el desarrollo personal cuando sufrimos o tocamos fondo, pero… ¿Qué pasaría si en vez de tener que sufrir para aprender a ser felices, aprendiésemos a ser felices para no sufrir?

Con ese fin transformo los mensajes de los expertos en felicidad en libros infantiles, para que a través de historias mágicas, divertidas y entretenidas, los niños entiendan e interioricen los valores esenciales de la felicidad. 

Mi propósito es empoderar a los niños. Dotarles de una serie de conocimientos que les ayuden a desarrollar todo su potencial.

Durante este proceso, la labor del mediador es esencial: El mediador es la persona que va a acompañar al pequeño durante todo el proceso de transformación. Su motivación no puede ser otra, que la de sentir un profundo amor por el niño. Con la ayuda del libro, se encargará de que el pequeño saque la grandeza que lleva dentro. Si el niño recorre ese camino acompañado de un adulto que lo valora y cree en él, el camino le resultará más fácil y agradable.

Leer un libro con un niño es una forma de conocerlo. La interpretación que haga de la historia es un reflejo de lo que hay en su interior. Al sacar conclusiones personales, relacionadas con su propia manera de ver las cosas, podrás ser consciente de cómo piensa, y de cómo siente. Lo más importante de un libro no está en las páginas, sino en la mente del lector.

La historia le muestra las consecuencias de algunos actos, le permite empatizar con sus protagonistas, ver reflejadas sus emociones, conocer otros puntos de vista, ver el mundo a través de otra mirada, y descubrir herramientas que le ayuden a resolver sus propios conflictos. Puede que alguna de sus páginas le infunda el coraje para enfrentarse a lo que tanto teme, o le ayude a comprender eso que no entiende. El libro le puede mostrar un camino, que quizá no había tenido en cuenta hasta ese momento. 

Creo mundos mágicos llenos de misterio y aventuras, y los pongo al alcance de quien se atreva a descubrirlos. Mis libros llevan al lector a esos mundos imaginados, y a la vez, le invitan a hacer un viaje a su interior, para encontrarse consigo mismo.

Todo lo que un niño vea y escuche durante los primeros años de su vida, pasará a ser una verdad absoluta para él. Los niños absorben los pensamientos, las creencias y las emociones de los que les rodean. Son el reflejo de lo que ven. Por eso es importante descubrir qué mensajes les estamos transmitiendo.

Ayúdale a grabar correctamente su sistema de creencias, poniendo a su alcance libros para aprender a ser feliz.